Para comprender en qué medida ha evolucionado la función del CISO en los últimos años, basta leer el testimonio de un ejecutivo en una reciente mesa ronda de Proofpoint.

"Cuando empecé en el sector, la función del CISO se parecía a la de un chivo expiatorio", recuerda. La dirección necesitaba a alguien a quien culpar si las cosas iban mal. Pero la mayoría de las veces, daban prioridad a las pólizas de seguros genéricos frente a las inversiones en equipos y soluciones de seguridad. En otras palabras, los CISO eran expertos en tecnología que disponían de recursos limitados.

Pero las cosas están cambiando. Las amenazas son cada vez más complejas y pueden afectar a mucho más que a un pequeño número de sistemas de una empresa. Y cuando los ciberataques se convierten en fugas de datos masivas, pueden dañar o destruir una marca.

Esto ha cambiado la forma en la que la dirección considera las inversiones en ciberseguridad, y el papel del CISO. Ahora los consejos de administración prestan mucha más atención a lo que hacen los CISO. Y como indica el término "Jefe" (Chief) de su título, los CISO está estrechamente involucrados en la estrategia global de la empresa. Cada vez con mayor frecuencia, contribuyen a diseñar la transformación digital de una forma que afronte los riesgos, optimice los procesos empresariales y reduzca pérdidas evitables.