A más de dos años de la aparición del virus COVID-19, trabajadores y empleadores siguen siendo sacudidos por los fuertes vientos de la pandemia, que ha destruido numerosas viejas certezas.
Al mismo tiempo, el panorama económico y político se ha vuelto extremadamente desafiante en medio de problemas como el aumento de la inflación y los retrasos en la cadena de suministro. Todo lo cual se combina para crear una combinación formidable de presiones que afectarán a las empresas durante algún tiempo. En este contexto, el sentimiento y las necesidades de la fuerza laboral mundial actual están cambiando rápidamente.
Es imperativo que los empleadores comprendan los impulsores y el impacto potencial de este cambio, para que puedan atraer y retener talento para crear negocios más fuertes y resistentes.